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Las vacunas multivalentes hacen menos traumática la vacunación de bebés y niños, dado que reducen la cantidad de pinchazos, al abarcar en una misma aplicación, vacunas que de otra manera deberían colocarse por separado.


Por otro lado, las vacunas acelulares provocan menos efectos adversos que las vacunas comunes y son más seguras, al estar fabricadas no son gérmenes muertos o debilitados, sino con partes de las células de los mismos.

Las vacunas acelulares son las únicas que se utilizan en EEUU y muchos otros países desarrollados.

Los esquemas de vacunación correspondientes a los 2, 4 y 6 meses de vida, son los que ofrecen mayores posibilidades de aplicar vacunas multivalentes.